A todos los hombres nos gusta mirar a las mujeres, no importa si son las de los amigos, los jefes o los hermanos. Podemos tratarlas con respeto y actuar según nuestros límites morales, pero eso no quiere decir que no las miremos. Bien pasados seis meses desde esa visualización, José dejó el puesto en el que estaba. Era un gran trabajo, con condiciones buenísimas, mas el nuevo puesto tenía mucha más proyección profesional, si bien no sabía qué le depararía. En ese nuevo puesto le dejaron buscar su propia oficina y compartir las horas con su propio negocio, que empezaba a montar. Además de esto, ¡le permitían elegir vehículo! Y, naturalmente, ya sabéis qué turismo es el que eligió: el Citroën C4 Cactus. Cuando llegó al concesionario para escoger el modelo, de casualidad el modelo que había visualizado, con exactamente la misma tapicería, estaba allá. Y es más, estaba en una oferta singular que el concesionario tenía por ser vehículo de exposición, quedando dentro del presupuesto que la empresa que le contrataba le dio para invertir en el vehículo. Vuelva a lo básico e inicie sesiones dedicadas exclusivamente al juego previo. Deja tu ropa puesta y tontea. Habla y acurrúcate con tu pareja siempre y cuando puedas. Aproveche la ocasión para averiguar si algo acerca de sus gustos sexuales ha cambiado. Si el área vaginal está adolorida o fuera de los límites, intente contestar a los senos, el ano o los pies. Tocar, besar, abrazar y acariciar es todo tan bueno como el sexo (¡pregúntale a un fetichista de pies!).
Brinqué de la cama con una decisión: comprar una crema mágica, la precisaba, urgentemente
La mayor concienciación y un diálogo más abierto, sobre todo en los campus universitarios, gracias a las protestas públicas y la amenaza de retirar la financiación, me llenan de esperanza. Las víctimas valientes prestas a dar a conocer sus experiencias, sus nombres y sus semblantes en las noticias están inspirando una concienciación extendida. La estudiante de Columbia Emma Sulkowicz denunció una agresión sexual que padeció en la habitación de su vivienda universitaria el primero de los días de su segundo año en la universidad. Esta estudiante de artes visuales tituló su tesis de 2014 Performance con colchón o Cargar con ese peso. Para protestar por la contestación de la universidad a su denuncia tras una investigación, el atacante fue declarado no responsable, Sulkowicz se propuso acarrear con su jergón hasta el momento en que su agresor abandonase el campus o bien fuera expulsado. No solicitaba ayuda a nadie, mas sí la aceptaba si alguien se la ofrecía. Sulkowicz explica: Un jergón tiene el tamaño ideal a fin de que pueda cargar con él y realizar todas las actividades del día, mas también pesa lo suficiente para que me represente un esfuerzo continuo.16 Esta asociación, que tiene componentes históricos muy claros (¿quién no asocia las termas romanas con el placer?) se vuelve más angosta en verano. Después de todo, el verano es el tiempo en que el sexo ocupa más sitio en nuestra psique. Nos liberamos del estrés del cada día y, liberados de él, sentimos de qué manera la libido experimenta un repunte que nos hace soñar con nuevas experiencias. Es entonces, en ese momento, cuando todos los factores se conjuran y la posibilidad de practicar sexo en el agua se transforma en una pequeña obsesión. Pensamos en la caricia del agua, en la ausencia de peso, en las sensaciones que pueden experimentarse… pero, en ocasiones, nos dejamos vencer por una cierta aprensión o bien unos ciertos temores.
¿Hasta dónde debería llegar el apego a fin de que no lastre la libertad de tu pareja?
¿Cuál es exactamente el reto que usted está enfrentando? ¿Qué le está ocasionando la tensión y la ansiedad? ¿Qué le está haciendo preocuparse? ¿Por qué razón es usted infeliz? Escríbalo meridianamente en detalle. Muchas veces comprometerse con Otro en una relación afectiva es vivido como una dejación, una renuncia a la propia personalidad, sin entender que sólo alcanzamos nuestra totalidad en la unión cariñosa que nos permite medrar asumiéndonos como de un todo. Aquel que surge entre la luz muda de la pantalla del computador aparece como contestación tranquilizadora al temor a establecer verdaderos vínculos afectivos con quienes nos relacionamos en nuestra vida rutinaria. La Red resulta, en semejantes casos, un sustituto superficialmente satisfactorio y de aparente eficiencia emocional. Aunque no tenga intención de volver a enamorarme de momento, estoy tonteando con un chaval que conocí en una celebración. Es majo, pero no lúcida en mí el deseo y la inquietud que busco ahora: el poder de un amor de verdad. La ducha sensual se disfruta como un fin en sí misma. No es un aperitivo para el evento principal: el coito con el propósito del orgasmo. No estamos luchando por un resultado deseado. Si lo fuésemos, nos perderíamos las experiencias en el camino. Cuando practicamos el desapego a un resultado concreto, nuestro esfuerzo cesa y podemos disfrutar el momento. En torno a la mitad de la ducha sensual (treinta minutos), intercambia roles, y ahora la mujer se transformará en la dadora.
Ven a probarme, no te arrepentirás
De las mujeres que asisten a consulta podemos saber algunos datos que, si bien clínicos, nos charlan de una realidad: en ocasiones, las mujeres tardan ciertos años para acoplarse con su pareja y llegar al clímax. Nosotras no somos nuestras creencias o lo que nos han dicho el resto que somos. Esas creencias la aprendimos porque nos la repitieron tantas veces que nuestro cerebro término creando una neuro asociación a ellas y las aceptamos como algo cierto. Pero no lo es. No naciste con tus opiniones, no son una de tu cuerpo. No es algo impreso en tu piel y más que servirte, te están limitando y hoy allanan el camino a tu dicha. Pues para las entusiastas de la película, o para aquellas que legando el verano desean que el bikini no les quite su identidad pelúdica, y al tiempo no desean que les digan que van hechas unas esperpentas con la pelambrera por fuera de la braga del minúsculo traje de baño, está la modalidad de recorte a lo mohicano, que deja la vulva con una cresa sobre el clítoris y la abertura vaginal, que queda a su vez de lo más punk. En el pasado, para enfrentar esta disfunción se empleaban algunos fármacos, terapias sicológicas y antídotos caseros. No obstante, la efectividad de esos tratamientos es tan baja, que hoy rara vez se emplean. Si eres tú el que ha subido a su casa, entonces te recomiendo que llegues allá con el trabajo más avanzado. Debes subir por el hecho de que dejaste algo tuyo allí, así que la disculpa es perfecta. No obstante, la situación es posible que escape un tanto a tu control ya que, siendo su casa, no eres tú el que puede ofrecerle algo de tomar o proponerle ver alguna cosa. Puedes husmear un tanto más por entre sus objetos personales por tu propia voluntad, mas por norma general mi recomendación es que ya os hayáis besado y excitado mutuamente poco antes de llegar hasta allí. Sube a por tus cosas por el hecho de que tienes que levantarte pronto y deja que una cosa lleve a la otra.