O lo que tu quieras
Resumiendo, podemos decir que el narcisista se dedica a provocar situaciones destructoras, a crear emociones en ti, para convertirlas en una droga que le haga sentir bien a él, al saberse en control y superior a ti, bien sea con tu admiración hacia él o con tu rabia y dolor.
Ahora ordénalos por orden de relevancia. El último elemento de la lista que debería poder suprimir esta semana. Por ejemplo, si tus hijos te agobian. Contratar una niñera; Salga a una cita con su pareja y al final de la noche intente comenzar la intimidad.
Pues bien está usted absolutamente equivocado. Los besos y el llamado petting (tocamiento y caricias sexuales) constituyen una fundamental de sus encuentros sexuales. Es preciso que domine usted los principios fundamentales para ser un amante perfecto.
Aunque al principio disimule su adicción por la computadora y haga un esfuerzo por ser romántico y cariñoso, al poco tiempo va a pasar sus horas libres frente al monitor y con su computadora portátil sobre sus regazos.
Tu apego a los objetos, amigo, no te va a librar de envejecer, de sufrir algún diagnóstico terrible que cercene tu ridícula supervivencia en un país que fabrica diariamente miles de ositos de peluche y prótesis de silicona que subsistirán a Nikki Bang y a Puma Foliage.
Hola soy Gina, la puta que buscabas desde hace ya un tiempo. Junto a mí, disfrutarás de la compañía del más alto nivel que tú te mereces. Soy una amante detallista e implicada y convertiré nuestro encuentro en una experiencia verdaderamente especial y también inigualable.
El mejor estilo que puedes emplear es el 100 por ciento natural. Escribe tu perfil tal y como te describirías ante cualquier otra persona frente a frente. Hazlo simple y aléjate de las palabras difíciles y sobre todo de las más trilladas.
Hola mi nombre es Elena, soy una joven muy elegante y muy natural. Poseo un cuerpo menudo, dibujado con sutiles curvas, que se excitarán al sentir el tacto de tus caricias.
Bien digámoslo de esta manera, el saber es poder. Para poder embarcarnos en el camino de la seducción debemos conocer bien al hombre, tanto su naturaleza y su comportamiento, y además de esto, debemos conocernos bien a nosotras.
¡Literalmente me pensé siendo su novio! Me pensé dueño de su corazón, no como un pretendiente más en su lista. No tenía nada qué perder, pero sí mucho qué ganar. Lo único a favor mío era la capacidad de saber lo que deseaba, y la determinación de mantenerme fiel a mi deseo hasta haberlo realizado.
