O lo que tu quieras
Todo cuanto ves, ha sido primero una idea. Primero, debes tener tu idea de ti mismo. No te preocupes de decirles nada a ellas. Tu lenguaje anatómico, tu actitud, tus movimientos, tu presencia, les va a trasmitir, la idea que tienes de ti.
Debemos sembrar en nuestras relaciones raíces profundas en tierra fértil, mas también debemos darle alas a nuestra pareja para que sepa vivir en libertad y no concluya siendo como un pájaro con las alas rotas, libre pero sin poder volar
Si buscas una emoción de alto nivel, soy lo que deseabas encontrar. Llama a mi agencia y pregunta por mí. Estoy deseando desamparar mis escritos para ir a tu encuentro.
Estar bien con o sin un hijo; estar bien con o bien sin una pareja; estar bien con o bien sin un embarazo; estar bien con o sin expectativas de larga vida; estar bien con o bien sin lo que sea que esperamos o bien procuramos, es entonces el desafío en que estamos situados.
Frecuentemente las emociones subsidiarias son las más esenciales. Por poner un ejemplo, a la Mistress Kay la excitó la idea de sofocar a un esclavo rebelde; sintió que significa simplemente golpear a un escolar indefenso.
No te lo pienses más y llama a Mara. No te arrepentirás. El nombre de Mara se convertirá para ti en sinónimo de placer.
Recuerda. Tu mente vale más que tu cuerpo, pero te quieres y eres una mujer que, si bien puede ser amada, cuidada y protegida si lo quieres tiene un nivel de independencia y confianza propio de una mujer del siglo XXI.
Mas la moral sexual tradicional no logra su objetivo, puesto que hay separaciones muy dolorosas, o bien familias que viven en una red de mentiras por infidelidades, o familias que padecen mucho, por el hecho de que madre y padre se sienten sexualmente limitados.
Estas lógicas que fomentan el desamor y los fracasos en las relaciones, se pasan de generación en generación y las personas, tanto hombres como mujeres se desarrollan pensando que esos comportamientos son normales.
Yo proseguí con el computador y, la verdad sea dicha, estaba tan metido en el juego que ni me acordaba de que era la hora de cenar. De súbito Montse me informó que estaba la cena preparada y que íbamos a comer ya.
