Activa una escena de roles de vapor (vea el Blog 4, Juego de roles), la fantasía fetiche más caliente de alguien (consulta el Blog 9, Fetiches), o bien un fascinante encuentro S / M (consulta el Blog 10, Dominación y sumisión eróticas : S / M Fantasies ). El sistema inquieto vegetativo es el que se hace cargo de regular el medio interno de nuestro organismo, y las funciones vegetativas (digestión, respiración, metabolismo, etc.). Consta de dos sistemas opuestos: el S.N. Simpático, que nos permite estar activos, atentos y reaccionar adecuadamente en frente de los estímulos externos, y el S.N. Parasimpático, que nos deja relajamos, descansar y recuperar fuerzas. Las condiciones ambientales y la forma de vida que nuestra civilización impone a mucha gente, hacen que exista en la mayor de la población un predominio del sistema simpático. Este desequilibrio que influye desfavorablemente sobre nuestra salud puede combatirse si actuamos convenientemente sobre el parasimpático. Esto se puede conseguir precisamente con la práctica del DLM. La relajación y tranquilización que se ejercita solo es posible si las manipulaciones del DLM se practican con un ritmo lento y monótono por desencadenamiento de reflejos de apoyo. Este efecto relajante y de restauración ejercido por la activación del parasimpático no es posible que lo logre una misma persona a fuerza de voluntad, puesto que sus centros nerviosos no están supeditados a la esfera consciente del sistema nervioso. Un DLM bien realizado resulta puesto que de un valor inestimable.
Candente en cama, sin perder nunca la clase que la caracteriza
Un movimiento que tiene mucho efecto en ellos es el movimiento circular del trasero mientras la penetración no es completa y solo el balano ha sido introducido. De preferencia, deberá estar echado contigo inclinada sobre él en su dirección y sosteniéndote sobre tus rodillas en cama. Asimismo puedes estar absolutamente apoyada sobre tus rodillas y en posición vertical respecto de él, mas eso requerirá algo más de habilidad: los requiebres van a ser más fáciles si estás inclinada sobre él con las rodillas y los codos sobre la cama. Madonna procaz. Madonna sucia. Madonna provocativa. Madonna en celo. Madonna convertida para siempre nunca en mito erótico de toda una generación que la había aclamado video clip tras video clip y disco tras disco. Bella en muchas fotos; sensual en otras; perturbadoramente guarra en unas pocas. Así aparecía en Sex una Madonna que tan pronto mostraba un pubis oscurísimo mientras que lamía un chupa chups como lucía escotes de escándalo que, prácticamente como por desatiendo, dejaban entrever la sombra siempre excitante de una areola. En Sex (y en las imágenes que se descartaron para realizar el texto pero que se han podido observar durante estos años en diferentes medios) se podía contemplar a Madonna haciendo autoestop completamente desnuda, adoptando poses masturbadoras, entregándose al lesbianismo o bien orinando en una palangana. Lo dicho: todo lo que pueda hacer la buena de Miley ya lo ha hecho antes Madonna.
Disipando el disgusto de la displasia cervical
Yo no podía ver ese color ultravioleta. No podía ver que, lo que tomaba por comunicación, era solo como una corteza seca, bajo la cual la verdadera interacción fluía como savia viva. Ante mis narices, se estaba haciendo un intercambio de información mucho más rico y complejo que el que mi cerebro creía procesar. Una charla harto más interesante que la que se generaba con palabras estaba teniendo sitio allí mismo, pero yo no podía oírla. Y, curiosamente, todo cuanto parecía plenamente absurdo, necio o bien aun aburrido, hubiese cobrado perfecto sentido a la luz de esa lógica que, entonces, se me difuminaba como agua entre los dedos. La ciencia ofrece hoy día múltiples mecanismos para estudiar y entender qué sucede en el cuerpo humano. Gracias a la resonancia magnética podemos escanear un cerebro y saber qué zonas del cerebro se activan en el momento en que nos enamoramos. Gracias a la neurociencia conocemos los mecanismos del amor y el deseo, y los procesos químicos que se activan en el cerebro de una persona cuando se enamora. Y merced a los sociólogos, psicólogos y sexólogos sabemos el impacto del amor en las personas y la manera en la que edifican sus vidas en torno a este sentimiento universal.
Lo mejor es siempre buscar una postura que resulte cómoda. Una vez hallada la postura (puede ser tumbada boca arriba pero asimismo boca abajo) toca experimentar e comenzar el recorrido. Nosotros aconsejamos comenzar por los pezones, seguir por la parte interior de los muslos y actuar después en torno a la vagina. Por el hecho de que las cosas no son siempre y en toda circunstancia lógicas. A todos nos ha pasado alguna vez que encontramos a alguien especial. Y, cuando meditamos sobre ello, nos percatamos de que esa persona no es necesariamente la clase de persona que siempre y en toda circunstancia creímos que nos parecería singular. (RD) El quinto chakra se encuentra bajo la nuez de Adán, en el cuello. Acá debe acariciarse muy ligeramente y con mucho cuidado. Ese cuidado debe tenerse asimismo al dejar que las manos reposen comprobando el desarrollo de esa energía que se libera al despertar un chakra. Abhyanga significa masaje terapéutico. Esta técnica consiste en masajear el cuerpo, de la cabeza a los pies, con ayuda de un aceite que armonice las fuerzas vitales. Es un masaje básico y general y, en la práctica diaria, no excede los quince minutos y puede ser recibido o bien auto aplicado.
Tan implicada como natural y tan cariñosa como ardiente
¿Hay que buscar ahí la raíz primera de la dendrofilia entendiendo a esta como el fetichismo que transforma a árboles y plantas en elementos despertadores de la atracción sexual y, en algunos casos, como objetos sexuales? Probablemente. Por ende, sé persistente y reacciona de forma positiva a sus negativas. Si las conversaciones son fluidas y hay buen rollo, ¿qué más nos da que nos afirmen que no? Si todo parece ir bien, el rechazo no es nada más y nada menos que las vías del tren en el que vamos subidos hacía la estación del éxito. Hay que ser comprensivos y comprensivas y también procurar meditar de forma positiva. Cuando el hombre sabe que los pechos son la puerta, el acceso a la mujer, su enfoque puede ser más simple y más informado, con menos adivinanzas o bien jugueteando para encontrar el clítoris y hacerlo bien. En cambio, se puede prestar atención amorosa a los senos, que ni siquiera requieren mucho esmero por del hombre. Es más una cuestión de estar en tus manos, sin ninguna pretensión o agenda tras el toque. Una mano cálida que abraza suavemente y se moldea cariñosamente en los senos es totalmente perfecta. No es necesario alentar los pezones directamente, sino más bien solo de forma indirecta a través del simple contacto con las manos o un cepillo ligero una o bien dos veces. Ciertas mujeres tienen pezones hipersensibles, con lo que es mejor descubrir qué se adapta a su mujer. (Ver más sobre los senos y los juegos anteriores en el escrito 7).
Para este momento merece la pena recordar una máxima que se mentaba al comienza del artículo: cuando los hombres decimos que una relación acabó, jamás será el punto final. Seguramente, habrá quien diga que siempre y cuando ha dicho que se termina su relación sí es el punto y final, pero a qué género de relación se refieren, cuánto tiempo llevaban compartiendo. La base para esta aseveración es que cuando hemos entrado en un proceso de convivencia en el que estuvimos años, los hombres no sabemos poner punto y final tan pronto sacamos la maleta de la casa. Lo que realmente hacemos es poner puntos suspensivos. En el caso de ellas, si nos han anunciado el final de la relación, está claro que hablan del punto y final. Ahora bien, sé que muchos hombres estarán diciendo que se apartaron hace unos meses o quizás dos años y eso fue el punto final, puede que lo sea, mas si en algún instante han pasado por las etapas del proceso que he descrito, es pues el ciclo no cerró en el momento en que terminó la convivencia y, como dice el dicho, donde hubo fuego… cenizas quedan.
